Efectos en lo emocional del exceso del uso de la tecnología

"El Cerebro de nuestros hijos necesita que les enseñemos a saborear la vida, no a consumirla", Ponencia Álvaro Bilbao

Álvaro Bilbao es neuropsicólogo y psicoerapeuta. Formado en el cuidado del cerebro y colaborador de la Organización Mundial de la salud. Trabaja en el Centro Estatal de Referencia de Atención al Daño Cerebral y da Clases en Univarsidades sobre rehabilitación de la memoria. Pero como el mismo afirmó en el encuentro en Barcelona, "seguramente la parte más importante de mi curriculum es que soy padre de tres hijo". Para este experto, "educar es ayudar a nuestros hijos a crear conexiones valiosas en su cerebro". Por eso, en su web http://www.xn--elcerebrodelnio-crb.com/ ofrece cursos para padres y además esta a punto de lanzar un libro "que habla precisamente de esto: de la gran oportunidad que es para los padres tener conocimientos de cómo funciona el cerebro. Insiste en que "casi todos queremos para nuestros hijos que se sientan seguros, que tengan confianza y que se sientan felices". Ayudarles a conectar la parte emocional del cerebro con la parte racional es posiblemente una de las mejores estrategias para lograrlo".
Álvaro nos trajo una serie de mitos y realidades sobre las nuevas tecnologías. Entre los mitos, la idea de que los niños deben familiarizarse pronto con la tecnología, porque son nativos digitales. Álvaro desmonta este mito afirmando que "cuando habeis regalado una tablet a vuestra madre, se ha hecho enseguida con el aparato. La tecnología de hoy es tan intuitiva que no hace falta entrenamiento". El segundo mito es que la tecnología ayuda a desarrollar el cerebro. Aunque el debate está abierto, hay estudios que demuestran lo contrario. Además Álvaro derriba esta idea con una pequeña encuesta entre los asistentes. "Llevamos usando los smartphones la mayoría de nosotros desde el año 2010. ¿Quienes de vosotros notáis que en los últimos cinco años sois un poco más inteligentes?". El auditorio estalla en risas y nadie levanta la mano.

Álvaro Bilbao peque 2"Ahora quiero que levantéis la mano aquellos de vosotros que desde que tenéis un smartphone os notáis un poquito menos pacientes, os cuesta estar en una cena con vuestra pareja sin consultar el móvil, os cuesta estar en la parada del autobús sin sacar el móvil para consultar algo porque os cuesta trabajo esperar". En este momento, se levantan muchas manos. "Lo que sabemos de las tecnologías es que nos  están volviendo un poquito más impacientes. Eso os ocurre a vosotros, que tenéis el cerebro bien desarrollado, así que os pido que os imaginéis el efecto que puede tener en vuestros hijos", concluye. "La Tecnología, un iPad como los que podéis tener en casa, es doscientas mil veces menos complejo que una persona. Cuando queremos estimular su memoria, lo mejor que podemos hacer es ponerlo frente a otro ser humano", asevera el experto. Álvaro Bilbao lo tiene claro: "Lo que sabemos hoy es que los niños que pasan más tiempo delante de las tecnologías tienen mayor probabilidad de desarrollar trastorno de déficit de atención, problemas de comportamiento, depresión infantil, obesidad (no solo porque no se muevan, sino porque además son menos capaces de resistirse a estímulos tan interesantes como la bollería industrial, las bebidas azucaradas, etc." Álvaro asegura que los efectos de la tecnología se están viendo en un dato muy preocupante: "Sabemos que como mucho el 4% de los niños tiene TDAH. Sin embargo, la cantidad de niños que toman medicación por déficit de atención a lo largo de su vida escolar alcanza el 9%. En los 20 últimos años la cantidad de niños que toman medicación neuropsiquiátrica por TDAH o depresión infantil se ha multiplicado en EEUU, y esa tendencia se está extendiendo aquí en España, por 7. Eso nos debería hacer pensar mucho como sociedad acerca de lo que estamos haciendo con nuestros hijos¨. Álvaro Bilbao desmont además la idea de que las tecnologías ayudan a desarrollar más reflejos o una atención más rápida y su argumento es el siguiente: "El cerebro humano no necesita entrenamiento para esto porque está diseñado para captar estos estímulos. Por eso nos gustan, porque son fáciles. No contribuyen a nuestro desarrollo cerebral, sino que relajan una parte del cerebro que se tiene que esforzar".
Frente a estos mitos, Ávalo habla de lo que realmente necesita el cerebro de nuestros hijos: necesita aprender a focalizar su energía y centrar su atención. 

Frente a estos mitos, Álvaro habla de lo que realmente necesita el cerebro de nuestros hijos: necesita aprender a focalizar su energía y centrar su atención. "Muchas veces cuando queremos que nuestro hijo cene ponemos un móvil delante que lo que hace es desactivar esta conexión con la circunvolución frontal, la encargada de fijar la atención, "en vez de enseñar al niño a focalizar su atención, le enseña que tiene que estar atento a distintas cosas a la vez".
Mientras grandes ejecutivos pagan mucho dinero para aprender a tener una atención más plena (el famoso "mindfulness"), "nosotros nos empeñamos en que nuestros hijos tengan una atención más corta, más limitada y más disgregada".

Álvaro Bilbao peque 3Además, Álvaro nos deja una frase preciosa: "El cerebro de nuestros hijos necesita que les enseñemos a saborear la vida, no a consumirla", el núcleo estriado es la parte del cerebro que se fija en lo que nos gusta, lo que nos atrae, en función de dos criterios: la rapidez de la satisfacción y la intensidad de la satisfacción. "El niño que tiene esta parte del cerebro copada con cosas emocionantes, rápidas, etc., no puede prestar atención a otras cosas, Si enseñamos a nuestros hijos a estar con los videojuegos, el móvil, la tele, las redes sociales, etc. La profesora y la pizarra, le parecerán menos importantes, los libros le parecerán someramente aburridos, perderá  la capacidad de disfrutar de la lectura y pasar un buen rato con amigo en un parque le parecerá mucho mas aburrido que ir a casa y conectarse con el ordenador a hablar con sus amigos, porque el núcleo estriado se ha llenado de cosas más intensas". Por eso, Álvaro nos invita a "educar el paladar emocional de nuestros hijos".

La tercera necesidad del cerebro de nuestros hijos es el autocontrol: "El lóbulo frontal es la parte más importante del cerebro de los seres humanos. Nos permite tener autocontrol, paciencia, tolerar la frustración, ajustarse a las normas sociales". Álvaro Bilbao relaciona el autocontrol con la prevención de TDAH, una mejor tolerancia a la frustración y con el éito académico y social. "Es importante que enseñemos a nuestros hijos a tener autocontrol, a no dejarse llevar por la tecnología", nos dice Álvaro Bilbao. 

Álvaro Bilbao reconoce que su postura puede ser muy contraria a la tecnología, pero recuerda que Bill Gates o Steve Jobs limitaron mucho el acceso de sus hijos a los aparatos y sistemas que ellos mismos crearon. "La clave del éxito es dejar de pensar en la manera en la que nos han querido vender que lo emocionante y positivo es que estemos conectados a tosas las personas porque cuando uno está conectado a todo el mundo no puede estar realmente conectado a las personas que mas quiere". "El mejor consejo que os puedo dar es que estéis muy conectados con vuestros hijos, que les ayudéis a controlarse frente a la tecnología", concluyó su ponencia Álvaro.

El público teníao muchas preguntas sobre tecnología y trastorno de déficit de atención. En concreto, preguntaron al neuropsicólogo cómo limitaba el acceso de sus hijos a la tecnología, a lo que el contestó: "con una palabra mágica: "no", y además, invitó a los asistentes a "plantarse" como padres y madres ante las escuelas que ahora apuestan por apoyarse en exceso en los nuevos dispositivos y tecnologías para enseñar. 

Por último, dejó claro que ante un problema de déficit de atención real o aprendido por elementos como las nuevas tecnologías, "el cerebro siempre se puede transformar". Es muy importante enseñar autocontrol, a no cambiar de tema de conversación, a mantener la atención y ahí los padres somos fundamentales".


EL COLECHO - CONSECUENCIAS PSICOLOGlCAS

Consecuencias psicológicas del colecho 

Lic. Monica Tesone, Psicóloga


Las cualidades personales que se busca promover en cada cultura determina

el sistema de creencias que subyace en relación a las practicas de dormir.

La idea acerca de como deben dormir los niños varia de acuerdo a las

diferentes culturas y sistema de valores familiares y sociales.

Generalmente la definición de sueño normal o ”trastornos de sueño”

representa un reflejo de los valores culturales y no un saber basado en lo

biológico.

Es importante que los profesionales de la salud que diagnostican y dan

consejos acerca del sueño del bebé identifiquen la cultura en la que esta

inserta la familia y conozcan los patrones del sueño en diferentes edades ya

que es común, que en este tema, se confundan la ciencia con los propios

prejuicios culturales.

Los estudios científicos demuestran que dormir solos no tiene beneficios.

No produce independencia, competencia social, sentimientos de autoestima,

capacidad de enfrentar el stress, ni mayor identificación sexual.

Por el contrario, la separación precoz puede producir modificaciones

importantes en la predisposición al sufrimiento de patologías inducidas por el

estrés.

El forzar la adaptación del niño a dormir solo, tal como lo establecen algunas

sociedades, puede traer consecuencias en el desarrollo cerebral y en su salud

mental.

El estrés al que se ve sometido el niño con la aplicación de métodos

conductistas consistentes en dejarlos llorar mas o menos tiempo antes de

atenderlos para que aprendan a dormir solos, podría tener efectos negativos

en su desarrollo neurológico a corto, medio y largo plazo.

En cambio, el contacto ininterrumpido que supone el colecho,tiene influencia

positiva en la regulación de la respuesta al estrés.

Hay investigaciones que muestran que los chicos que nunca durmieron con

sus padres eran mas difíciles de controlar y menos felices, tenían mas

berrinches, y eran mas miedosos que los que siempre durmieron en la cama

de sus padres.

Otros estudios concluyen que el colecho aumenta la independencia, mejora

el desarrollo psicológico de los niños y promueve los vínculos, jugando un

papel importante al ayudar a la madre a ser mas sensible a las señales de su

bebé.

En seguimientos que se ha hecho con varones, encontraron que aquellos que

colecharon con sus padres presentaban mas alta autoestima,

experimentaban menos culpa y ansiedad y tenían sexo con mas frecuencia.

En las mujeres el colecho se asoció con menos incomodidad con el contacto

físico y en relación al afecto cuando eran adultas.

El colecho disminuye las fases profundas del sueño, los bebés pasan un

mayor tiempo en fase REM que los que no colechan, lo que tiene

consecuencias importantes para su psiquismo ya que en la fase del sueño

REM se produce una intensa activación de zonas cerebrales asociadas a las

emociones, como el sistema limbico y la amigdala, siendo fundamental en el

procesamiento de la memoria emocional y en el desarrollo de las

capacidades cognitivas.

Entre otros efectos fisiológicos, el colecho mejora la estabilidad respiratoria,

la oxigenación, la termorregulación, da mayor protección inmunológica y

mayor desarrollo cardiorrespiratorio, provoca despertares sincronizados con

la madre regulando los patrones de sueño de ambos, aumenta la prevalencia

duración de la Lactancia Materna y la producción de Ieche y las horas de

sueño de las madres que amamantan, dándole a ambos mas oportunidad de

un buen descanso.

Es un factor protector de la muerte súbita del lactante y ésta es menos

frecuente en sociedades en que es normal que los hijos colechen con sus

madres.

El colecho también tiene efecto sobre el padre que al dormir con su hijo

libera menores niveles de testosterona (T), los padres que mas se implican en

la crianza tienen la T mas baja que los que menos se implican, hay estudios

que muestran que los hombres con T alta muestran menos empatia o

necesidad de responder alas necesidades de los bebés que los hombres con

T baja.

Es importante que se distinga entre los diferentes tipos de colecho a la hora

de definirlo para que puedan ser reconocidos y distinguidos.

El colecho es una elección saludable siempre y cuando los padres tengan

conocimiento de cuales son las formas de ponerlo en practica de manera

segura.

El colecho no representa un peligro, sino las condiciones en que se lleva a la

practica por desconocimiento de los padres, cuando se les coarta esta

posibilidad un gran porcentaje de padres igual optan por colechar y se los

priva de la información necesaria para poner en practica esa decisión de

manera segura.


Lic. Monica Tesone, Psicóloga

Nos encontramos con dos Jornadas en Santiago de CHILE:

ABIERTAS LAS INSCRIPCIONES: doulalactancia@gmail.com, estas invitada!!! 

Domingo 24 de Mayo para Padres: "Crianza Respetuosa", 

Lunes 25 de Mayo para Doulas, matronas, y acompañantes de la maternidad: "Rituales Ancestrales que nutren: "Limia y Cerrada!!



únicos días, felices de compartir!!!


Violencia Obtétrica

Me parece importante que se sepa los diferentes tratos que existen, la violencia que descargan los profesionales abusando de su poder sobre la población, y descargando sus niveles de masoquismo, es necesario denunciar para que esto cambie, es necesario difundir, saberlo, el personal debería recibir tratamiento psicológico, tener mejores condiciones de trabajo, y haber leyes que protejan a todos, que cambie el sistema, donde todos  seamos parte, escuchados, responsables, y trabajemos en equipo