Consecuencias
psicológicas del colecho
Lic. Monica Tesone, Psicóloga
Las cualidades personales que se busca promover
en cada cultura determina
el sistema de creencias que subyace en relación
a las practicas de dormir.
La idea acerca de como deben dormir los niños
varia de acuerdo a las
diferentes culturas y sistema de valores
familiares y sociales.
Generalmente la definición de sueño normal o ”trastornos de sueño”
representa un reflejo de los valores culturales
y no un saber basado en lo
biológico.
Es importante que los profesionales de la salud
que diagnostican y dan
consejos acerca del sueño del bebé identifiquen
la cultura en la que esta
inserta la familia y conozcan los patrones del
sueño en diferentes edades ya
que es común, que en este tema, se confundan la
ciencia con los propios
prejuicios culturales.
Los estudios científicos demuestran que dormir
solos no tiene beneficios.
No produce independencia, competencia social,
sentimientos de autoestima,
capacidad de enfrentar el stress, ni mayor identificación sexual.
Por el contrario, la separación precoz puede
producir modificaciones
importantes en la predisposición al sufrimiento
de patologías inducidas por el
estrés.
El forzar la adaptación del niño a dormir solo, tal como lo establecen algunas
sociedades, puede traer consecuencias en el
desarrollo cerebral y en su salud
mental.
El estrés al que se ve sometido el niño con la aplicación de métodos
conductistas consistentes en dejarlos llorar mas o menos tiempo antes de
atenderlos para que aprendan a dormir solos, podría tener efectos negativos
en su desarrollo neurológico a corto, medio y
largo plazo.
En cambio, el contacto ininterrumpido que supone
el colecho,tiene influencia
positiva en la regulación de la respuesta al
estrés.
Hay investigaciones que muestran que los chicos
que nunca durmieron con
sus padres eran mas difíciles de controlar y
menos felices, tenían mas
berrinches, y eran mas miedosos que los que
siempre durmieron en la cama
de sus padres.
Otros estudios concluyen que el colecho aumenta
la independencia, mejora
el desarrollo psicológico de los niños y
promueve los vínculos, jugando un
papel importante al ayudar a la madre a ser mas
sensible a las señales de su
bebé.
En seguimientos que se ha hecho con varones, encontraron que aquellos que
colecharon con sus padres presentaban mas alta
autoestima,
experimentaban menos culpa y ansiedad y tenían
sexo con mas frecuencia.
En las mujeres el colecho se asoció con menos
incomodidad con el contacto
físico y en relación al afecto cuando eran
adultas.
El colecho disminuye las fases profundas del
sueño, los bebés pasan un
mayor tiempo en fase REM que los que no
colechan, lo que tiene
consecuencias importantes para su psiquismo ya
que en la fase del sueño
REM se produce una intensa activación de zonas
cerebrales asociadas a las
emociones, como el sistema limbico y la
amigdala, siendo fundamental en el
procesamiento de la memoria emocional y en el
desarrollo de las
capacidades cognitivas.
Entre otros efectos fisiológicos, el colecho
mejora la estabilidad respiratoria,
la oxigenación, la termorregulación, da mayor
protección inmunológica y
mayor desarrollo cardiorrespiratorio, provoca
despertares sincronizados con
la madre regulando los patrones de sueño de
ambos, aumenta la prevalencia
y duración de la Lactancia Materna y la producción de Ieche y las horas de
sueño de las madres que amamantan, dándole a
ambos mas oportunidad de
un buen descanso.
Es un factor protector de la muerte súbita del
lactante y ésta es menos
frecuente en sociedades en que es normal que los
hijos colechen con sus
madres.
El colecho también tiene efecto sobre el padre
que al dormir con su hijo
libera menores niveles de testosterona (T), los
padres que mas se implican en
la crianza tienen la T mas baja que los que
menos se implican, hay estudios
que muestran que los hombres con T alta muestran
menos empatia o
necesidad de responder alas necesidades de los
bebés que los hombres con
T baja.
Es importante que se distinga entre los
diferentes tipos de colecho a la hora
de definirlo para que puedan ser reconocidos y
distinguidos.
El colecho es una elección saludable siempre y
cuando los padres tengan
conocimiento de cuales son las formas de ponerlo
en practica de manera
segura.
El colecho no representa un peligro, sino las
condiciones en que se lleva a la
practica por desconocimiento de los padres,
cuando se les coarta esta
posibilidad un gran porcentaje de padres igual
optan por colechar y se los
priva de la información necesaria para poner en
practica esa decisión de
manera segura.
Lic. Monica Tesone, Psicóloga