El cuerpo de la mujer involucrado en el parto


Es importante que conozcas tu cuerpo y su funcionamiento. Te ayudará a visualizar lo que le va sucediendo durante el trabajo de parto y ayudarte a  participar activamente en él.

*La matriz o útero: La matriz crece continuamente durante el embarazo, Anatómicamente tiene la forma de una pera invertida, con el transcurrir del embarazo, este se va agrandando, sus  fibras musculares forman una especie
de red que se va acomodando y adaptándose al tamaño del bebé en continuo crecimiento, y que durante el parto se contraerán con fuerza para expulsar al bebé.

*El cérvix: Dentro del canal de la vagina, en su extremo superior, se encuentra el cérvix, el cuello de la matriz. Si introduces el dedo medio en tu vagina (antes de embarazo, consultar en el embarazo) puedes
tocar una protuberancia redonda,  con un huequito en medio. Esta es la parte de la matriz que se dilata durante el trabajo de parto para dejar salir al bebé. Al principio del embarazo se siente firme, como la punta de tu nariz; en las últimas semanas la acción de las hormonas ablanda el cérvix, preparándolo para el parto, entonces se siente mas bien como tus labios cuando están relajados.
*La vagina: Es un canal suave y flexible, cuyos tejidos ceden y se 
abren como un abanico durante el acto sexual y al pasar por ellos el bebé, justo antes de nacer. La parte exterior de la vagina, la vulva puede oscurecerse debido a las hormonas del embarazo, al igual que los pezones. Con un espejo puedes observar tu vagina. Los labios interiores rodean la entrada y la uretra, y su parte superior forma la
capucha de piel que recubre el clítoris. Los genitales varían tanto de mujer a mujer como cualquier otra parte del cuerpo, y estas variaciones no influyen en el placer sexual que puedas sentir o el nacimiento de tu bebé. Luego del nacimiento los tejidos flexibles de la vagina, que se abrieron para permitir el nacimiento, vuelven a cerrarse poco a poco recuperando el tono muscular.

*La pelvis: La pelvis contiene la vejiga urinaria, los órganos genitales, y parte terminal del tubo
digestivo (recto y ano). La pelvis de la mujer es anatómicamente distinta a la del hombre (más ancha y extensa, menos alta, con un estrecho superior más ancho), diseñada para facilitar los procesos de  gestación y parto. Los huesos de la pelvis forman una cuna para el bebe creciendo en su interior.
En el momento del parto, sacro (hueso en la espalda por donde desciende el bebé), cóccix (hueso bajo) e iliacos efectúan movimientos para facilitar la salida del feto. El pubis se encuentra en la parte anterior de la pelvis, es el puente bajo el cual el bebé se deslizará justo antes de nacer, el pubis se encuentra mas bajo que el sacro. La mayoría de las mujeres tienen una apertura pélvica que
permite el nacimiento vaginal, las contracciones del útero o matriz hacen que el bebé adquiera una postura redondeada, de modo que la mayoría con el tiempo nacen sin
necesidad de intervenciones quirúrgicas.



*El Periné:  Está en la base de la pelvis. Es el área alrededor de la vagina y entre la vagina y el ano. Está compuesta por un grupo de músculos que sostienen a todos los órganos dentro de la cavidad
pélvica, y tiene especial significado durante el embarazo. Puedes localizar estos músculos al interrumpir
el fluido de la orina, o puedes visualizar como un ocho que rodea  la vagina y el ano. En el embarazo  durante el parto estos músculos realizan un esfuerzo extraordinario, sosteniendo el peso del bebé, la matriz y la placenta, y abriéndose al nacer el bebé. Además los músculos del periné juegan un papel importantísimo de sostén de los  órganos que contiene y de participación en las funciones sexuales, el parto, la micción y la defecación.
Ayuda gráfica para visualizar las fibras musculares del útero que se transforman durante en embarazo y
parto, fibras longitudinales en el cuerpo del útero, dentro del que se encuentra el bebé y fibras circulares en el cuello del útero que dilatan y expanden en el momento del nacimiento. de: "El Nacimiento: Trascendental momento de amor" de Aurora C. de Kantor, editorial Kier




*La placenta:
Su principal misión es la de transmitir los nutrientes al bebé y de la fabricación de hormonas. Suministra al bebé oxigeno, También se encarga de los desechos del bebé, sobre todo del anhídrido carbónico que hace pasar al torrente sanguíneo materno para eliminarlo a través de sus
riñones. Tiene importantes reservas funcionales, ya que se adapta rápidamente a cualquier daño, repara las heridas debidas a isquemias (falta de oxígeno). A medida que el embarazo avanza se producen cambios en el carácter de las vellosidades que rodean a la placenta, alrededor de las 36 semanas pueden producirse depósitos de calcio en los pequeños vasos sanguíneos y aparecer un depósito de proteínas en la superficie de muchas de las vellosidades, estos hechos hacen que se reduzca el intercambio de sustancias,  pero se ve contrarrestado por la menor distancia que en este momento existe entre los vasos del feto y la fina cubierta de las vellosidades, que aumenta la posibilidad de intercambio de nutrientes.
                         
*La Bolsa de aguas: Protege al bebé contra el medio ambiente exterior. Y también cumple una función vital al proteger la cabecita del bebé, que se apoyaría si no, sobre el cuello uterino, haciendo el proceso de verdad doloroso para él y la madre. En general, son las contracciones las que, al tensar el útero, hacen que cedan las membranas de la bolsa para que fluya el liquido amniótico y el niño pueda salir. No
hay tal cosa como “nacimiento seco”. Aproximadamente un tercio del líquido expulsado es remplazado cada hora.  Muchas veces a pesar de que se rompió la bolsa, el parto no comienza porque no se presentan las contracciones. En la gran mayoría de estos casos el parto se desencadena espontáneamente antes de las 48 horas.

*Líquido amniótico: El líquido  amniótico es un fluido tibio transparente ligeramente amarillento, el cual rodea al bebé en el útero y que le permite  moverse dentro de la pared del útero sin que las paredes de éste se ajusten demasiado a su cuerpo, ayuda a mantener la temperatura del bebé y al desarrollo de
sus pulmones. Tras diez semanas después de la concepción el líquido contiene proteínas, carbohidratos, lípidos y fosfolípidos, urea y electrolitos, todos los cuales ayudan al desarrollo del feto. En los últimos estadios de gestación la mayor parte del líquido amniótico está compuesto por orina fetal. El líquido amniótico circula constantemente a medida que el bebé lo traga y lo “inhala” y luego lo libera y “exhala” a través de la orina.
*El tapón mucoso: Está formado por una sustancia de color transparente o amarillento o marrón, viscoso y espeso, con tonos rosáceos o rojizos a veces teñida de sangre, se puede perder de una sola
vez, o en forma de flujo vaginal intenso durante varios días. Esto suele deberse a una rotura de capilares que se produce con el borramiento o la dilatación del cuello del útero. El tapón  cierra el cuello uterino constituyendo una barrera físico-química e inmunológica, y se expulsa cuando éste comienza a formarse.




*Los latidos del bebé: Son aproximadamente dos veces más rápidos que de la mama (aproximadamente 140 latidos por minuto comparados con 72 latidos por minuto).
*Presión arterial: Esta medición a la mamá sirve para constatar el nivel de presión con el que su corazón bombea sangre hacia su cuerpo. El promedio estadístico de estas mediciones durante el embarazo es de 120 sobre 70.
 
La mujer ya ha percibido que su útero se contrae o que se “pone dura la panza” desde el 6º mes de
embarazo. Las  contracciones durante el embarazo es favorecen la circulación de la sangre de la placenta hacia el bebe, en esta etapa son breves e irregulares—tanto en intervalo como en duración—sin cambios cervicales se denomina trabajo de parto falso, no tienen un patrón definido y tienden a desaparecer con el descansar, cambiar de posición, baños tibios y la hidratación.